viernes, 27 de febrero de 2015


¿Cómo conocer la temperatura 
de un horno sin termostato?


¡Queremos preparar una receta en el horno pero se nos complica porque el horno de nuestra cocina no tiene termostato!  Encontré en la internet una excelente información que nos ayudará a conocer la graduación de los hornos y qué temperaturas necesitan las diferentes recetas.

Temperaturas aproximadas en grados centígrados:

Se recomienda precalentar el horno 15 minutos, al cabo de ese tiempo  poner sobre la rejilla un trozo de papel blanco, el tiempo que  tarde en dorar o cambiar de color es el que indicará la temperatura:

  • Si el papel se dora a los 30 segundos, el horno está muy caliente entre 250 y 300 grados, es ideal para hornear hojaldres y masas de brioche.
  • Si el papel se dora a los  60 segundos es que el horno está caliente, aproximadamente entre 200 y 250 grados, a esta temperatura se hornean las tartas de masa.
  • Si el papel se dora a los 90 segundos es que la temperatura es media o moderada, aproximadamente entre 150 y 200 grados,  apropiada para cocinar pasteles y pastas.
  • Si el papel se dora de 3 a 4 minutos la temperatura es baja, de 120 a 150 grados,  recomendable para hornear galletas o bases de masa quebrada como para pye.
  • Si mantiene su color pasados los 4 minutos es que la temperatura está muy baja, de 100 a 120 grados, ideal para cocinar merengues y souffle.


 Equivalencias entre grados centígrados y fahrenheit


jueves, 26 de febrero de 2015


Cupcakes de canela



Después de un día de trabajo a veces provoca un dulce hecho en casa con una rica taza de café, será un motivo para  reunir a la familia y compartir un momento de conversación.  Aquí les paso una receta de mis cupcakes de canela con glaseado de vainilla.  Rinde 16 cupcakes.

Ingredientes:

2 tazas de harina sin preparar
1 cucharadita de polvo de hornear
1/3 cucharadita de sal
2 cucharadas de canela en polvo
1 cucharada de cocoa
02 huevos
½ taza de margarina a temperatura ambiente
¼ taza de aceite vegetal
½ taza de panela granulada (reemplazar por miel de chancaca, melaza, piloncillo, rapadura)
½ taza de azúcar rubia (morena)
1 cucharadita de vainilla
2/3 taza de leche fresca

Preparación:

Batir la margarina y agregar el aceite para que se emulsionen.  Añadir  la panela,  el azúcar y la vainilla y batir a velocidad media, agregar los huevos y continuar batiendo , incrementando la velocidad,  hasta que la mezcla quede muy cremosa.  
Cernir todos los ingredientes secos e incorporar  a la mezcla anterior batiendo y alternado con la leche, ésta  obtendrá una consistencia similar a la de un mousse.   
Llenar los pirotines hasta la mitad para que al hornearse no rebasen su capacidad.
Les recomiiendoo poner los moldes de los cupcakes sobre una bandeja para que no se les quemen del fondo.  Luego llevar a horno precalentado a temperatura media por 20 minutos aproximadamente

Glaseado de vainilla:

1cucharada de mantequilla o margarina
01 taza de azúcar impalpable
01 cucharadita de vainilla
02 cucharaditas de agua

Poner todos los ingredientes en una cacerola y llevar a fuego bajo moviendo hasta que se integren.  Glasear los cupcakes tibios.  Dejar enfriar para servir.

sábado, 21 de febrero de 2015

Pastel de choclo (maíz fresco)



Este pastel es uno de los favoritos de la casa y también de los amigos.  El choclo peruano carece del dulzor del maíz amarillo fresco, si usas éste último cuida la cantidad de azúcar.   La masa semidulce contrasta con el relleno de carne, aceitunas, pasas y huevos sancochados.  Sírvelo tibio. 
Si no te agrada dulce puedes reducir el azúcar a solo dos cucharadas. Rinde  08 a 12 porciones, si gustas puedes hacer la mitad de la receta.

Ingredientes para la masa:
7 choclos tiernos desgranados (también se pueden rallar) o el doble de maíz amarillo fresco
02 tazas de leche fresca (500 cc o 1/2 litro)
¾ taza de azúcar rubia
1 cucharadita al ras de sal
½ cucharadita de granos de anís (el contenido de una bolsita filtrante)
½ taza de margarina
3 cucharadas de queso parmesano (opcional)
3 huevos frescos
Ajonjolí  tostado

Dividir en 3 partes los choclos y la leche para licuar con facilidad.  


Derretir la margarina y vaciar el choclo licuado, agregar el azúcar, sal y el anís.  Remover constantemente a fuego medio y cocinar hasta que esté cocido, cambiará de color y ya no tendrá aspecto lechoso, debe quedar bien cuajado y de aspecto brillante.  Entibiar.




Después agregar los huevos y batir bien. Reservar para armar el pastel.


Ingredientes para el relleno:
600 gramos de carne molida de res
1 cebolla picadita
2 dientes de ajos picados
1/4 taza de aceite vegetal
¼ cucharadita de comino molido
1 cucharadita de ají panca molido sin picante*
1 cucharada de ají amarillo sin picante*
½ cucharadita de pimentón dulce molido
½ taza de pasitas morenas y rubias
6 aceitunas negras picadas
3 huevos  duros  cortados en cuartos
02 cucharadas de perejil picadito fino
Sal y pimienta
*(Puedes reemplazar los ajíes por una cucharada rasa de pasta de tomate.)

Dorar la cebollas y los ajos en el aceite con una pizca de sal.   Agregar el comino molido para que aporte su sabor.  Luego incorporar el ají panca, el ají amarillo, pimentón dulce y cocinar  muy bien. 


  Añadir la carne molida y sazonar ligeramente con sal y pimienta, recuerda que las aceitunas se conservan en salmuera (agua y sal).  Una vez cocida la carne poner las pasas, aceitunas picadas y el perejil picado, revolver y retirar del calor.



Armado del pastel:

Aceitar una fuente y vaciar la mitad de la masa. 


Poner el relleno y acomodar las tajadas de huevos  duros y terminar repartiendo el resto de la masa. 


 Mover el molde con cuidado para que la masa  se reparta bien. Esparcir el ajonjolí tostado.  


Precalentar el horno y cocinar  de 50 minutos a 01 hora a 180 grados centígrados.  Una vez listo, retirar del horno y dejar reposar para que cuaje.


sábado, 14 de febrero de 2015

Bife Strogonoff
  



El Strogonoff es un guiso de carne y champiñones muy sabroso cuya preparación data del siglo XIX, fue llamado así en honor al Conde Pavel Alexandrovic Stroganóv quien fue un famoso militar ruso de la época.   
La receta que les comparto no lleva mantequilla ni crema, por lo que el contenido graso es menor que la original  Les sugiero servirlo con puré de papas, tagliatelles, papas doradas, arroz blanco o con verduras.  Les aseguro que van a quedar muy bien con su familia y sus invitados.
  
Ingredientes:

Aceite de oliva extra virgen en cantidad necesaria
Aceite vegetal cantidad necesaria
1 kilo de carne tierna de res picada en tiras como para lomo saltado (puede ser bife angosto desgrasado u ojo de bife)
1 taza de cebollas picaditas 
½ taza de vinagre tinto
4 dientes de ajos picados
1 cucharada de pimentón dulce (paprika)
¼ vasito de vino blanco
¼ vasito de whisky (se puede reemplazar por pisco, vodka o cognac)
1 taza de caldo de res (se puede usar el instantáneo en polvo o cubito, éste último es más grasoso)
400 gramos de champigñones fileteados  gruesos
¾ taza de leche evaporada
1 cucharada de maicena diluida en ¼ taza de leche

Nota.- Si no tienes pimentón reemplázalo por una cucharada rasa de pasta de tomate
  
Preparación:

Macerar las cebollas en el vinagre con una pizca de sal.


Picar la carne en tiras como para lomo saltado.


En una olla bien caliente poner en partes iguales los aceites de oliva y el vegetal.  Freir la carne por partes y reservar aparte con su  jugo.  


En la misma olla freir las cebollas (sin el vinagre que se usará después) y los ajos hasta que estén dorados.  Añadir el pimentón dulce y cocinar unos segundos después incorporar el vinagre hasta que pierda acidez entonces agregar el vino blanco y el whisky, dejar evaporar el alcohol e incorporar el caldo y la carne, dejar cocer por unos minutos, agregar los los champiñones.  Dejar cocinar a fuego medio y reducir  a la mitad.




Para terminar incorporar la leche con la maicena diluida y cocinar por un minuto aproximadamente.


El Strogonoff se acompañó con  papas doradas al horno y arroz salteado con verduras.








jueves, 12 de febrero de 2015

Pesto de albahaca y queso




El verdadero “Pesto”  es intenso en sabor.  Originalmente se prepara en crudo y se muele en mortero. Es delicioso pero no a todos les agradan los sabores demasiado fuertes.     Te ofrezco mi receta con un sabor más suave,  usando la tecnología para facilitar la preparación y poder disfrutar  más pronto de esta rica salsa!  Entre nosotros... ¡me la puedo comer por cucharadas!

Ingredientes:
2 atados de albahaca (aprox 200 gramos solo de hojas)
100 gramos de hojas de espinaca
7 dientes de ajo
60 gramos de Queso Parmesano en trozos o 8 cucharadas de parmesano rallado
1/3 de taza de  Aceite de oliva extra virgen
1/4 taza de aceite vegetal
1/2 taza de agua (si es necesario)
1 cucharadita de Sal gruesa
Pimienta negra al gusto
2 cucharadas de Nueces peladas o piñones tostados (opcional)

Si te gustan los quesos de sabores generosos, te recomiendo reemplazar una parte del Parmesano de esta receta por queso Pecorino (italiano).  El queso Manchego (español) es más o menos lo mismo, ya que ambos son quesos curados elaborados con leche de oveja.  

Preparación:

Lavar y seleccionar las hojas de albahaca y de espinaca,  pasarlas por agua hirviendo por un minuto,  si las dejas más tiempo se pondrán oscuras.   Escurrir y de inmediato cortar la cocción en agua bien fría para que las hojas mantengan su color.  Se obtendrá una taza de hojas de albahaca y media taza de hojas de espinaca cocidas y escurridas.




El ajo peruano es muy fuerte pero podemos  suavizar  ese sabor picante y penetrante.  Tomamos los dientes de ajo con cáscara y los pinchamos con un mondadientes o con un tenedor. 


Luego los cocinamos en agua hirviendo hasta que estén suaves. Una vez tibios los pelamos para usarlos en la salsa o pesto.


Vaciar a una licuadora:  la albahaca y la espinaca desmenuzándolas,  luego los ajos cocidos y pelados, el queso parmesano en trocitos,  las nueces y el aceite de oliva, la media taza de agua y la mitad de la sal.  Licuar  en forma breve, prendiendo y apagando el motor de la licuadora  y removiendo para ayudar a mezclar los ingredientes. Continuar licuando de forma que se obtenga una  textura  grumosa para sentir los trocitos de queso y las nueces.  


Si fuera necesario agregamos  un poco más de aceite o agua para moler.    Probar la sal y rectificar. Añadir un poco de pimienta negra molida.   Esta salsa se puede conservar  en un taper en la nevera o freezer.


 Sugerencias para servir esta salsa:

·         Una buena pasta al dente
·         Sobre un bife angosto  a la parrilla
·         Pescado a la plancha o al vapor
·         Pan tostado o pan baguette crujiente




lunes, 9 de febrero de 2015

Quiche de Poros




Para este rico quiche o tarta es necesario preparar una masa quebrada, les doy la receta base.

LA MASA QUEBRADA

200 gramos o 1 ¾ taza de harina sin preparar
180 gramos o ¾ de taza  de mantequilla fría en trocitos
1 yema de huevo
½ cucharadita escasa de sal
01 cucharadita al ras de azúcar
02 cucharadas de agua helada

En una mesa o en un tazón tamizar la harina con la sal y el azúcar, hacer un hoyo al centro y poner la mantequilla fría en trocitos, la yema de huevo y el agua helada.  Integrar los ingredientes mezclando con las yemas de los dedos hasta que se forme un bollo, no hay que trabajarla mucho.  Poner la masa en una bolsa y refrigerar al menos una hora o 30 minutos en el freezer.

EL RELLENO

·         03 poros tiernos picados finamente (solo la parte blanca y la parte verde más tierna de las hojas). Las hojas verdes y gruesas no se usan en esta preparación.
·         100 gramos de tocino ahumado o tocino burma picado en cuadritos
·         Aceite en cantidad  necesaria
·         1 ¼ taza de leche evaporada ó  3/4 taza de leche fresca +  ½ taza de crema fresca
·         03 huevos
·         ½ taza de queso parmesano (separar 2 cucharadas para gratinar)
·         ½ cucharadita de Nuez moscada rallada
·         Sal y pimienta

Conviene conocer la diferencia del tocino tipo bacon y el tipo burma que encontramos en los mercados locales en el Perú.  El de tipo americano o bacon, con casi 50% de carne y 50% de grasa que forman vetas aporta además de mucho sabor un gran valor calórico y energético.  El tocino tipo burma es de carne ahumada de cerdo sin grasa o con muy poca.  Dependerá de ti decidir cuál vas a usar en tus recetas.

PREPARACION Y ARMADO DEL QUICHE

En un sartén dorar el tocino en un poco de aceite, una vez listo retirarlo en un plato con papel absorbente.   Si es necesario agregar un poco más de aceite y rehogar los poros con una pizca de sal a fuego mediano de 10 a 15 minutos o hasta que estén cocidos, siempre cuidando que no se quemen. Dejar enfriar un poco y añadir el tocino, los huevos,  el queso parmesano, la leche evaporada, la nuez moscada y la pimienta.  Mezclar muy bien.   No requiere rectificar la sal ya que el tocino y el parmesano son salados.


Estirar la masa con un rodillo sobre una superficie enharinada, tratando de no manipularla mucho, de lo contrario el calor de las manos la ablandará y hará un poco complicado forrar el molde.   Engrasar ligeramente con mantequilla o margarina un molde para pye,  acomodar la masa dentro presionando en los bordes internos, recortar los bordes sobrantes. Pinchar la masa con un tenedor.   Rellenar con la mezcla, espolvorear encima  las 02 cucharadas restantes de parmesano y llevar a horno 180 grados por 30 minutos aproximadamente. 
   


Pastel de coliflor y brócoli sin masa


¿Qué necesitas?

01 Coliflor mediana cocida y picada
01 brócoli mediano cocido y picado
150 gramos de queso Edam rallado
½ taza de queso Parmesano rallado
03 cucharadas de aceite vegetal
01 taza de cebolla picada en cuadritos
02 dientes de ajo picados
04 huevos
02 cucharadas de harina
½ litro de leche
75 gramos de mantequilla derretida
01 cucharadita de nuez moscada rallada
02 cucharadas de orégano seco pulverizado
Sal y pimienta

¿Cómo se prepara?

En un sartén poner dos cucharadas de aceite y rehogar las cebollas y los ajos con una pizca de sal. En un bowl unir a la coliflor y el brócoli cocidos y picados. Incorporar también los quesos rallados, mezclando muy bien.  


En un tazón aparte,  batir los huevos, agregar la leche, la harina disuelta en parte de la leche,  la mantequilla derretida, nuez moscada, orégano, pimienta y sal al gusto (recuerda que el parmesano es salado).  Vaciar esta mezcla líquida sobre la verdura y revolver. 



Vaciar en un molde aceitado, espolvorear pan rallado y un poco de parmesano rallado para que dore por encima.


Llevar al horno de 35 a 40 minutos.  Una vez cuajado y dorado, sacarlo del horno, reposar unos minutos y  luego servir.

Hay que tener una consideración especial con los moldes, unos son refractarios y otros son metálicos. Estos pasteles sin masa y los soufflés se cocinan muy bien sin quemarse en los moldes de vidrio y los de cerámica.  Los de metal funcionan mejor con los pasteles de masa y bizcochos.

sábado, 7 de febrero de 2015

Pastel de cebolla, quesos y tocino

     



Es usual servir estos pasteles como primer plato o entrada.  En nuestra casa acostumbramos a servirlos como único plato con una ensalada fresca, ya que por sus ingredientes es muy completo, nutricionalmente hablando.  Después, un postre siempre viene bien.

LA MASA:
02 tazas de harina sin preparar
½ cucharadita de sal
150 gramos de margarina bien fría
01 taza de agua helada

En un tazón disponer la harina y la sal.  Agregar la margarina cortada en trozos de 1cm.
Con la ayuda de un tenedor prensarla sobre la harina de forma que se integren ambas y quede una textura similar a la avena.  Incorporar el agua helada de a pocos  moviendo con el tenedor hasta obtener un bollo grumoso.  (Dependiendo de la calidad de la harina puede que necesite un poco más de agua que la indicada en la receta.)  Esta masa no se debe trabajar con las manos.  Llevarla al freezer dentro de una bolsa por 30 minutos, después conviene bajarla hasta que haya que sacarla del refrigerador para estirarla y armar el pastel.

EL RELLENO:
Aceite vegetal en cantidad necesaria
150 gramos de tocino ahumado picado
1 ¼ kilo de cebollas blancas cortadas a la pluma
02 cucharadas de harina
120 gramos de queso Emmental rallado
150 gramos de queso Gouda picadito
05 huevos enteros
½ taza de queso Parmesano rallado (reserva dos cucharadas para gratinar)
1 cucharada de azúcar rubia (morena, panela, moscabado) o miel de chancaca (piloncillo, papelón, raspadura, etc.).
½ cucharadita de nuez moscada rallada
1 cucharadita al ras de Pimentón dulce (paprika), sal y pimienta al gusto

En un sartén grande o en un wok, freir el tocino con una cucharada de aceite hasta que dore, reservar.  Si lo prefieres retirar la grasa del tocino del sartén y agregar dos cucharadas de aceite vegetal, incorporar las cebollas y una pizca de sal para cocinarlas removiendo para que no se quemen.  Cuando estén cocidas habrán cambiado de color, en ese momento añadir una cucharada de azúcar o miel de chancaca, dejar que se caramelicen.  Una vez tibias se le agregan las 02 cucharadas de harina mezclado muy bien.  Luego incorporar los quesos, el tocino, la nuez moscada, pimienta y huevos batidos.  Rectificar la sal si es necesario.

ARMADO DEL PASTEL:

Es recomendable tener en casa un molde desmontable (28 cms).  Estos moldes con muy prácticos, económicos y fáciles de usar. Te sugiero forrar el molde con papel de manteca engrasado ligeramente.
Enharinar la mesa y el rodillo de amasar. Divide la masa.  Espolvorear con harina una parte la masa y estirarla delgada,  cortar un círculo para el fondo del molde.  Estirar la otra parte de la masa y corta una o dos tiras más anchas que el lado del molde y forra el contorno, quedará un sobrante hacia afuera.  Presiona la masa en las juntas para que no se salga la masa.
Rellena con la mezcla de cebolla, quesos y tocino.  Espolvorea la paprika o pimentón y las dos cucharadas de queso parmesano.  Acomodar la masa sobrante sobre el relleno.
Lleva a horno caliente (180 grados) por espacio de 45 minutos más o menos. 

Retirarlo del horno, reposar unos minutos para desmoldar y quitar el papel manteca, disponerlo en un bonito plato y servir a gusto.



viernes, 6 de febrero de 2015

El Horno o "Fuego Cautivo"

El Horno o “Fuego Cautivo”

El descubrimiento del fuego cambió la historia del hombre.  No sólo permitió cocinar los alimentos crudos haciéndolos más fácil de digerir y conservar, sino que impidió su contaminación y las consecuentes enfermedades causadas por bacterias.
En la Biblia encontramos referencias sobre el horno y el fuego como método de castigo.  Con el correr del tiempo, la evolución del horno pasó, de una hoguera de fuego que se encerraba para conservarla y mantener viva la llama, dando así el calor y evitando el acecho de las fieras, a un horno destinado a la cocción de alimentos.  Existen restos en el antiguo Egipto del primer horno para cocinar pan, como se ve en la tumba de Ti, en Saqqara.  Así también en la tumba de Antefoquer en Tebas, encontramos grabados de hornos herméticos.

Los primeros bueyes que se asaron se hicieron sobre un “espetón” o varilla de hierro que se usaba para sostener la carne o pescado que se iba a asar, con el fuego colocado en la parte baja, detalle que vemos en la tumba de Ukhotep, en Meir.  Esta forma de asar continuó en la antigua Grecia, hasta que se creó un horno más grande con una parrilla metálica, dejando el horno pequeño solo para moldes de pan.

En épocas del Imperio Romano se usaba en un principio hornos de ladrillo cuyo fuego era alimentado con madera o charcoal (carbón de leña) y que era conocido como “horno romano”.  Luego con la influencia árabe, se introdujo también el espetón.

Durante la Edad Media, si bien seguían usando espetones para piezas grandes, en principio la construcción del horno tenía que ceñirse a los reglamentos de la ciudad, para de esta manera regular el uso de los combustibles, ya sea que se tratase de una casa o de un hornero.
Para evitar hacer girar la carne manualmente o con la ayuda de animales, se inventó un asador con una rueda fabricada en madera a manera de noria (una rueda vertical) y dentro había un perro que daba vueltas.  Más adelante Leonardo da Vinci creó un asador automático que constaba de una hélice en la parte alta de la chimenea, que giraba movida por aire caliente, producto del fuego. Luego, apareció el primer sistema para asar carnes y pollos, similar al usado hoy para los pollos a la brasa, en base a un sistema mecánico de pesas y resortes creado por Montaigne en el siglo XVI.  Este horno está todavía en funcionamiento.  Les sugiero leer el siguiente blog que encontré.  http://elsurcodeltiempo.blogspot.com/2009/06/v3-viaje-al-castillo-de-michel-de.html#comment-form)

La idea del “fuego cautivo”, como comenzó a llamarse a los hornos cerrados, no tuvo mucha acogida en sus primero años.  En el siglo XVIII, una verdadera revolución llegó con el “horno hortelano” (hortelano se refiere a las huertas), que tenía de 12 a 15 fuegos.  A partir de esa fecha cambió incluso la redacción de las recetas de cocina y la distribución de los cargos y especialidades en la cocina.

En el siglo XIX ocurrieron dos eventos casi sucesivos,  que impulsaron la evolución del horno tal como lo conocemos hoy.  En 1855 se inventa el mechero a gas por R. Von Bunsen, quien lo utiliza en su laboratorio de química para “encerrar” el fuego en cajas metálicas u hornos.  En 1861. William Siemens inventa el horno eléctrico.  En los inicios del siglo XX, se agrega el termostato a los hornos eléctricos.

Diferente modelos, colores, materiales comienzan a usarse para la fabricación de cocinas y hornos, apareciendo tendencias y modas.  La última revolución en este campo ocurrió en 1941, cuando Percy L. Spencer inventó el horno a microondas, de uso común en casi todas las casas hoy en día.


(Transcrito íntegramente de una publicación de Le Cordon Bleu en Lima, Perú)

jueves, 5 de febrero de 2015

Pastel de Acelgas


Te recomiendo hacerlo cuando dispongas de tiempo, es algo laborioso pero vale la pena  y a todos les va a encantar. Te sugiero disponer todos los ingredientes en la mesa para facilitar la labor.  Me encanta con una rica ensalada fresca y un vino blanco o rosado bien helado o un rico jugo para los más chiquitos.

LA MASA:
4 tazas de harina sin preparar
360 gramos de margarina fría
1 taza de agua helada
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de azúcar

Preparación de la masa:
Poner la harina, sal y azúcar en un tazón.  Incorporar  la margarina cortada en cuadritos e integrarla con un tenedor hasta que no quede harina suelta.  Agregar el agua helada y remover con el tenedor hasta que se forme un bollo grumoso.  Trabajar ligeramente con las yemas de los dedos para no aportar calor a la masa y evitar que los trocitos de margarina se derritan, así al hornear queda semi hojaldrada.
Dividir la masa en dos y ponerlas en bolsas plásticas y llevarlas al frío por 30 minutos aproximadamente.

EL RELLENO (acá viene lo bueno)
6 atados de acelgas (hojas cocidas al vapor y tallos picados para freir)
2 cebolla blancas picadas en cuadritos
Aceite vegetal (cantidad necesaria)
100 gramos de tocino ahumado
150 gramos de bondiola ahumada
80 gramos de queso parmesano rallado grueso
120 gramos de queso manchego rallado grueso
3 huevos
½ cucharadita de orégano
½ cucharadita de nuez moscada
2 cucharadas de harina sin preparar
Sal y pimienta

Preparación del relleno:
En un sartén grande o en un wok  sofreir los tallos de acelga previamente picaditos, luego retirar y reservar.  Agregar un poco más de aceite y dorar las cebollas. Incorporar el tocino y la bondiola picadas, cuando estén doradas, unir los tallos de acelga que reservamos y las hojas cocidas al vapor bien escurridas.
Sazonar y agregar los quesos rallados grueso, el orégano y la nuez moscada.  Batir ligeramente los huevos y unir a la preparación anterior.  Añadir las 2 cucharadas de harina mezclando muy bien.

Armado del pastel:
Estirar con un rodillo en una sola dirección la masa debe quedar  de 2 a 3 mm de grosor.  Engrasar y forrar con papel manteca un molde circular desmontable o en el que tengas a mano.  Forrarlo con la masa, es mejor cortar un disco para el fondo ligeramente más grande y luego una tira de masa para los lados.  Unir ambas partes presionando de esta forma el relleno no se saldrá.  Rellenar y tapar con otro disco de masa, sellar los bordes y bañar con huevo batido.  Hacer una cruz al centro para que salga el vapor.  Llevar al Fuego Cautivo (Horno) a 180 grados por 40 minutos aproximadamente. 


Desmontar, retirar el papel y… ¡a disfrutar!

Mi historia en la cocina



¡Fuego cautivo!... hace mucho tiempo leí en una publicación que antiguamente se llamaba así al arte de cocinar en hornos y desde entonces me enamoré de esa descripción.   ¡Cocinar en un fuego cautivo! y me imaginé en una cocina agradable, de esas rústicas, empedradas, preparando una comida sin prisas y disfrutando plenamente del momento.

En mi familia ha habido muy buenas cocineras, la primera mi madre Claricia Lucía Orbegozo Lamas, y mi abuela paterna doña Carmen Dongo Salcedo, mis tías paternas Nora, Carmela y Emilia Maldonado,  mis tías maternas Celia, Graciela y Yolanda Orbegozo, y mi prima Lucina Hurtado Orbegozo maestra cocinera y repostera.  

Sin embargo, no puedo decir lo mismo de mi abuela materna, la "Mamá Santos" María de los Santos Lamas Torres, a la que se le quemaban los guisos por andar distraída viendo alguna novela en la televisión. Recuerdo verla correr a la cocina a sacar la olla del fuego para volver a empezar, con suerte no se le quemaba de nuevo, era muy gracioso.

Siempre me gustó servir.  Cuando llegaba visita a mi casa, yo entraba a la cocina y después de un rato salía haciendo equilibrio llevando en un azafate: café,  pan con mantequilla y dulce para invitar, solo tenía 6  años.  Alrededor de los 10 años empecé a hacer mis primeros platos  y mi papá se comía todo lo que yo hacía, así no estuviera rico o mal cocido.  Comencé preparando pastas, no me explico ¡cómo no me quemé con el agua caliente!   Hacía salsas de todo tipo incluso pesto de perejil.  Fue en la época que mi mamá tuvo cálculos renales y la pobre se doblaba de dolor.  Yo voluntariamente me ponía  a ayudar con la cocina.

Bueno, historias todos las tenemos y ya más grande copiaba las recetas que daban en los programas femeninos de la televisión, conservo por ahí un cuaderno con algunas de ellas.  De los primeros en la televisión local he visto a Teresa Ocampo, Carmela Rey, al chef Gastón Du Postre (que no era chef sino publicista), a Teresa Izquierdo y a don Pedrito. Actualmente, continúo viendo programas de cocina y puedo pasar horas así porque lo disfruto mucho.  He adquirido varios libros con recetas de repostería y cocina, los últimos fueron de comida vegetariana y  de comida vegana.  Aunque no los conservo todos, también coleccioné recortes de periódicos y revistas.
Es importante probar de todo para desarrollar un buen paladar y si la comida es saludable mucho mejor. 

No estudié cocina, pero me considero cocinera y también hago mis propias recetas las que ahora comparto con ustedes.